lunes, 9 de agosto de 2010

Festejo en la Cibeles


Domingo 11 de julio. El esperado domingo que finaliza la fiesta más importante del mundo por fin se presenta… y bueno me preparo una torta de jamón para presenciar la Historia. El día anterior había masticado la idea de que seguramente España ganaría esta final así que sería buena idea ir a la Plaza de Villa Madrid en la emblemática y mítica colonia Roma para fotografiar el momento histórico, recordando esto, tomé mi cámara y me dirigí al lugar mientras escuchaba los detalles del complicado partido por mi radio.

Al llegar no era sorpresa que la famosa reproducción de la frigia diosa de la Madre Tierra que se encuentra frente al Palacio de Linares en Madrid ya estuviera resguardado por policías desde temprano. Camine hasta la Cantina de Barrio un lugar nuevo pero de buen ambiente repleto de parroquianos muy hispanos contemplaban ávidos las pantallas dispuestas que transmitían el partido. Era el segundo tiempo extra y esperábamos todos el resultado que había augurado el ya famoso pulpo Paul. Camisetas con la leyenda España campeón Sudáfrica 2010, Muchos rostros que no parecían precisamente españoles uno que otro güerito y un par de negritos que disfrutaban. Xavi Hernández cobraba una falta sobre Andrés Iniesta que provoco la expulsión de Heitinga y el balón se va sobre el larguero. Las ansias de celebrar se acumulan en la boca de quienes observamos desde fuera del bar, los meseros dejan por momentos sus charolas por observar el partido, en la barra guardan silencio, de repente un tiro de esquina a favor de Holanda que no se marca se convierte en un contragolpe español varios tropezones pero el balón pasa por Cesc Fábregas a los botines de Iniesta que acierta con la magia propia de los grandes. ¡¡¡Goooooooool!!! Me dejo llevar por la emoción, España era mi favorito junto con Alemania para ganar el Mundial, esperaba que la linda chica enfrente mío buscara unos brazos para celebrar pero creo su gusto no es tan amplio. Era cuestión de minutos para que la única reproducción de la Cibeles en el mundo fuera el lugar de algarabía para la mayor comunidad española fuera de España. No me equivocaba en minutos se fueron congregando banderas rojigualdas ''Yo soy español, español, español'',”El pulpo, el pulpo es cojonudo” ''Villa maravilla'' o ''campeones, campeones…ole ole oleeee'' Eran las consignas que proferían encamisetados en rojo furia la mayoría jóvenes con un acento muy chilango y uno que otro castizo. Chicas muy agresivas con su muy desteñida hispanidad y señores muy peninsulares con sus olorosos puros, capotes y monteras, Manolas de mano de sus hijas muy a lo andaluz, Españoles jóvenes con niños pequeños muy desorientados, un par de chicas etíopes entregadas a la dicha de sus amigos gachupines y una cantidad muy nutrida de morenitos que igual se subían al barco del triunfo de sus hermanos de idioma bajo un cielo que los consentía sin una sola gota de lluvia que había castigado a la ciudad los días anteriores como si San Isidro se compadeciera ante el triunfo español. La multitud muy variopinta era despojada de sus botellas de cerveza en la política de poca tolerancia en los festejo por parte de la Secretaria de Seguridad Publica de nuestra ciudad.
Era el primer título para una patria que pasa por momentos muy difíciles en su economía, con alguna incertidumbre en su política y este trofeo histórico les representa un bálsamo y una unión que aunque artificial (España es un grupo de regiones con diferentes idiosincrasias banderas, culturas y hasta lenguas) fortalece al pueblo que requiere de figuras en que poner su esperanza.
Yo me dispuse a retirarme a jugar mi acostumbrada cascarita del domingo mientras llegaba mas y mas gente de rojo a la cita con la diosa treintañera jalada por leones, “esto va para largo” –pensé.






En cuanto a México, hubo quien no era partidario de España por los complejos y resentimientos trasnochados de una conquista que no sufrieron y que no tiene sentido reavivar y un sentimiento anacrónico del patriotismo condenado al fracaso. Después de todo, nuestra democracia es muy cuestionable, nuestras instituciones deportivas poco confiables y nuestro futbol muy mediocre. Así que ¿Por qué no festejar el triunfo de nuestros primos que se recuperaron de su dictadura más pronto que nosotros y su economía aunque en crisis es muy superior a la nuestra, ellos están en Europa y nosotros lejos de Dios y cerca de Estados unidos, ellos tienen un PSOE y nosotros al PRI y al PRD, ellos al Partido popular y nosotros al PAN, ellos a Izquierda Unida y nosotros una izquierda muy desunida . Habría mucho que aprenderles creo yo.

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